El Millonario ganó 2-1, con dos goles de Pablo Solari, que al entrar en el segundo tiempo hizo la diferencia en el partido. La serie queda abierta.
Este martes por la noche, en un estadio Monumental lleno, River e Inter de Porto Alegre jugaron el partido de ida de los Octavos de Final de la Copa Conmebol Libertadores. Dos equipos de jerarquía individual muy pareja, pero el partido de hoy demostró que los argentinos sacan una ventaja en el rendimiento colectivo.
El Millonario pudo revertir un 0-1, tras sufrir un injusto gol (por el contexto del partido) del ecuatoriano Enner Valencia, con dos goles de Pablo Solari, que en el segundo tiempo fue clave para que la Banda pueda ganar un encuentro que se tornaba cuesta arriba en el final del primer tiempo.
En la primera etapa, el rendimiento de River fue algo bueno, pero no tanto como en el segundo tiempo. Fue un equipo más de jugadas y no tanto de sometimiento al rival y claridad ofensiva. La defensa estuvo algo floja con Leandro Gonzalez Pirez y Paulo Díaz, que han perdido algunos mano a manos con Enner Valencia (un delantero de mucha jerarquía), quien además de hacer el gol de cabeza en la última jugada del primer tiempo, también tuvo anteriormente la chance de marcar con una tremenda media chilena que pasó apenas cerca del palo izquierdo.
En los primeros 45 minutos, River tuvo la posesión del balón algo repartida con su rival, y la posibilidad de hacer goles con diferentes ocasiones de Nacho Fernández, De La Cruz, Barco y Beltrán. Sin embargo, la falta de eficacia de los entrenados por Martín Demichelis privó al equipo local de anotar un tanto en el primer tiempo.
Ya en el segundo tiempo, el dominio de River fue total y los entrenados por Eduardo "Chacho" Coudet ni siquiera patearon al arco. Esequiel Barco tuvo un par de ocasiones de gol que atajó muy bien el uruguayo Sergio Rochet, que fue la gran figura de Inter de Brasil.
Sin embargo, en la segunda etapa Demichelis mandó a la cancha a Pablo Solari en lugar de Enzo Pérez. Decidió resignar marca para dar más poder ofensivo a su equipo, con la apreciación de que su rival ni tenía intenciones de atacar.
Solari, que pasa por un gran momento futbolístico, fue la gran figura del partido por sus dos goles determinantes, los cuales llegaron al irse mano a mano ante la salida de Rochet.
Fue triunfo por 2-1, y el Millonario sacó una ventaja algo corta, pero que sirve para ir con más aire y tranquilidad en el partido de vuelta de los Octavos de Final de la Libertadores, en Porto Alegre.
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