Con Javier Milei como el candidato más votado, con Patricia Bullrich como ganadora de la interna de Juntos Por El Cambio y con el kirchnerismo tercero, los argentinos se esperanzan con dejar atrás al populismo narcosocialista y de izquierda progresista.
Soplan vientos de libertad en Argentina. El hartazgo llevó al límite a los argentinos que acudieron a las urnas a votar claramente por un cambio. Ya no se bancan más al kirchnerismo, la terrible crisis económica y de seguridad. No aguantan más vivir bajo una crisis hacia donde la mayoría de la clase política tradicional los llevó.
Javier Milei, para sorpresa de muchos, se impuso en las elecciones presidenciales primarias, en donde obtuvo el 30,4% de los votos, y ganó en casi todo el país. Pero no solo el triunfo de Milei es una mala noticia para el kirchnerismo y la izquierda progresista. También el triunfo de Patricia Bullrich es muy meritorio, ya que en la interna de Juntos Por El Cambio derrotó al socialdemócrata progresista, Horacio Rodríguez Larreta, por casi 7 puntos de ventaja. Y de esta forma, el total de votos de dicha alianza llegó al 28,27%.
Tercero salió el kirchnerismo, e hizo la peor elección de la historia del peronismo. Entre Sergio Massa y Juan Grabois llegaron al 27% (aunque Massa ganó ampliamente la interna de Unión por la Patria, con 21,40% de ese total de 27%). Una cifra deplorable para el kirchnerismo, para el peronismo y para Cristina Fernández de Kirchner. Hoy, el kirchnerismo no entraría a un posible ballotage. Es una catástrofe politica para un espacio político que tiene como base la corrupción y el corrompimiento de los valores morales de la patria argentina.
Cómo bien dijo Mauricio Macri (uno de los grandes ganadores de la jornada, más allá de no participar electoralmente de los comicios), en Argentina estamos ante un cambio de era. Ayer comenzó a quedar atrás el abominable kirchnerismo, que de acuerdo a los resultados de las elecciones, perdió a su gente a manos del mileísmo.
El caso más resonante de pérdida de votos kirchneristas es el de la provincia de Tucumán (histórico bastión peronista), en donde Javier Milei venció con el 35% ante un 32% de Unión por la Patria. Esto quiere decir que hasta los propios históricamente peronistas se han hartado del kirchnerismo y su inutilidad y corrupción para gobernar.
Aunque también, Milei se hizo con triunfos en lugares en donde últimamente Juntos Por El Cambio hizo buenas elecciones, como la provincia de Córdoba (famosa por ser profundamente macrista en su momento), Santa Fé y Mendoza.
Con el triunfo de Milei, la victoria de Bullrich ante Larreta y la desaprobación hacia el kirchnerismo, el mensaje de los argentinos en las urnas es claro: Mano dura para enfrentar la crisis económica, ser duros contra los narcosocialistas de izquierda y que nunca más vuelva el kirchnerismo, ni siquiera la tibieza de Larreta, quién pedía pactar con los kirchneristas. Y como dato alentador, la extrema izquierda no sumó ni siquiera el 3% de los votos, y apenas llegaron al 2,65%, resultado que les permite participar de las elecciones generales.
Soplan vientos de libertad en Argentina, y en octubre hay muchas chances de que Javier Milei y Patricia Bullrich vayan a una segunda vuelta electoral. Si esto se da, indudablemente habrá una interesante disputa política en donde ambos candidatos competirán por ver quien es el que mejor propuesta tiene para los argentinos. Por lo pronto, el kirchnerismo sería juez en esa segunda vuelta, y tendrá un duro dilema si votar al "ultraneoliberal"(cómo calificó el ecuatoriano socialista Rafael Correa) a Javier Milei o a la macrista de Patricia Bullrich. Ambas fuerzas muy repudiadas por el kirchnerismo.
Día difícil para los corruptos. Día feliz para los que quieren vivir en libertad. Salud Argentina.
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