Que en una provincia que desdobla las elecciones provinciales gane un partido político, no quiere decir que el candidato a presidente de ese mismo partido vaya a ganar en dicho territorio.
En lo que va de este año 2023, ya hubo elecciones en ocho provincias que decidieron desdoblar sus comicios respecto a las elecciones presidenciales nacionales, que se llevarán a cabo el 13 de agosto (las PASO) y el 22 de octubre (las generales). En este sentido, no quiere decir que si gana un candidato de un partido, necesariamente en las elecciones presidenciales voten en esa provincia al candidato de ese partido político.
La realidad es que el peronismo ganó en 6 de las 8 elecciones provinciales, y Juntos Por El Cambio en las dos restantes. Lo primero que hay que decir es que hay que distinguir entre el peronismo provincial (y las provincias feudales) y el peronismo del actual gobierno kirchnerista. Candidatos como Ziliotto (La Pampa), Weretilneck (Río Negro), Passalacqua (Misiones), Melella (Tierra del Fuego) y Saenz (Salta) son más relacionados al peronismo provincial, y si bien todos ellos tuvieron cierto acercamiento al actual gobierno del Frente de Todos, lo cierto es que decidieron desdoblar la elección para despegarse totalmente de ese peronismo kirchnerista, y no comprometerse con ninguna boleta a nivel nacional.
Por ejemplo, en La Rioja el candidato Quintella es más cercano al gobierno y se puede considerar un triunfo del kirchnerismo en dicha provincia. En La Rioja, el Frente de Todos obtuvo el 56% de los votos, mientras que Juntos Por El Cambio el 27%. Sin embargo, un ejemplo claro es el que ocurrió en 2019, cuando el mismo Quintela ganó con el 44% y superó al radical Julio Martínez por 14 puntos. Pero esos números no significaron lo mismo en las presidenciales de ese año, ya que Alberto Fernández ganó por menos de dos puntos ante Mauricio Macri (47,37% a 45,43%).
Hay varios ejemplos del año 2019:
Jujuy: El radical Gerardo Morales se impuso en 2019 con el 43% ante el peronista (cercano al kirchnerismo) Julio Ferreyra, quién sacó un 32%. En esa provincia, esos resultados no se trasladaron a nivel nacional, ya que Alberto Fernández ganó 46% a 41% ante Mauricio Macri.
Entre Ríos: El peronista, ligado al Frente de Todos, Gustavo Bordet, ganó la gobernación con el 57% de los sufragios ante el candidato de Cambiemos, Atilio Benedetti, quién sacó un 35%. Sin embargo, Mauricio Macri se impuso en la elección presidencial por 44,47% a 44,37% ante Alberto Fernández.
Salta: El peronista Gustavo Saenz, que en su momento estaba un poco más cercano a Mauricio Macri (quién lo apoyó en esas elecciones), ganó la gobernación con el 53% de los votos ante el candidato del Frente de Todos, Sergio Leavy, que obtuvo el 26% de los sufragios. Diferente a la elección presidencial, en dónde Alberto Fernández ganó 48% a 34% ante Mauricio Macri
Entonces considerar el triunfo de un partido u otro, como los futuros resultados en las elecciones presidenciales (sobre todo como lo hacen varios políticos del kirchnerismo) es un error garrafal, ya que en las elecciones desdobladas la gente vota por un candidato y no tanto por un partido.
Estos candidatos peronistas federales son muy versátiles para sumar apoyo de muchos sectores, tanto del oficialismo como algunos de la oposición (como por ejemplo los radicales que apoyaron al peronista Melella en Tierra del Fuego). Sin olvidar que en muchos casos son provincias feudales, en dónde los candidatos y gobernadores compran votos con cargos públicos. Tienen a las personas como rehenes del estado, bajo un excesivo empleo público.
Tampoco hay que ser terminantes con las elecciones que hicieron los candidatos de Javier Milei que pudieron competir en estas elecciones provinciales, como por ejemplo Martín Menem en La Rioja o Andrea Almirón de Pauli, quienes salieron terceros pero muy lejos de competir por el segundo puesto. Esos resultados no necesariamente quieren decir que Milei hará una pésima elección. Tranquilamente, el ciudadano de La Rioja o Tierra del Fuego puede votar al peronismo local en las elecciones provinciales y votar a un candidato a presidente no peronista.
En las elecciones presidenciales todo dependerá de los candidatos que se postulen, en dónde el kirchnerismo tiene varias chances de quedar relegado al tercer lugar y hasta afuera de un posible ballotage. Esto sería en un marco en el que el gobierno nacional metió a Argentina en una tremenda crisis económica, social y cultural, y eso provoca que los candidatos de Juntos Por El Cambio (Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta) y el liberal Javier Milei (de La Libertad Avanza) crezcan en la intención de voto.
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