Con la decisión que tomó el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de desdoblar las elecciones de dicho distrito, deja a las claras que las intenciones de él no son las mejores. El pueblo ya no quiere este tipo de gobernantes.
Este lunes 10 de abril, Horacio Rodríguez Larreta anunció que las elecciones para jefe de gobierno de CABA serán desdobladas y el mismo día de las elecciones PASO, generales y ballotage (en el caso de haber) a nivel nacional. Sin embargo, los porteños deberán acudir dos veces a las urnas en esos mismos días (con muchos problemas de logística), para votar en un cuarto oscuro con boleta de papel a nivel nacional, y luego hacer otra fila para emitir sufragio electrónico (el cuál ningún porteño sabe cómo se realiza) en las elecciones de jefe de gobierno porteño. A pesar del desacuerdo del ala dura de Juntos Por El Cambio, Larreta jugó sucio y cambió las reglas electorales para su conveniencia.
Cabe recordar que Rodríguez Larreta se había manifestado en contra de modificar las reglas de las elecciones pocos meses antes de que se vote. Más allá de eso, el contradijo sus propias palabras e hizo enfurecer a los principales referentes del PRO como el ex-presidente Mauricio Macri, Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal. La realidad es que hizo esta jugada política para beneficiar a su amigo Martín Lousteau, un radical muy progresista, de izquierda (se definió como un liberal de izquierda, que quiere un estado grande) quién se preveía que iba a cosechar pocos votos por el arrastre de las boletas a nivel nacional de Gerardo Morales (quién en las encuestas ronda el 2% en intención de votos).
Es una jugada política que lo expone de mala manera, ante propios y extraños, y que es hasta festejada por el kirchnerismo (que en CABA nunca pudo competir electoralmente desde que está el macrismo). Saben los kirchneristas que la mejor carta es la de apoyar en silencio a Lousteau, más allá del candidato que ellos elijan poner en la Ciudad de Buenos Aires.
Sin olvidar que hace pocos días atrás calumnió pública e indirectamente al candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, quién es un competidor directo. El gobierno porteño pagó a Nosis (un laboratorio de investigación y desarrollo) una suma de 500.089 pesos argentinos, el 5 de abril, mismo día en que Nosis alteró un informe en el que aparecía que Milei había sido empleado del Congreso de la Nación Argentina desde 1994 hasta 2020 (lo que contradecía el discurso anti casta política y anti estado de Milei). Sin embargo, tras la viralización de este informe, en pocas horas fue rectificado y se explicó que trabajó solo 6 meses en el Congreso, como asesor del ex-diputado nacional Ricardo Bussi.
Tampoco hay que dejar de lado que Horacio Rodríguez Larreta gastará en este año 2023 un total de 9.416 millones de pesos en pauta publicitaria, de acuerdo al presupuesto que la Legislatura Porteña aprobó el año pasado, lo que da como resultado que por hora se gastan 1.074.885.884 pesos argentinos por hora, del dinero que aportan obligatoriamente los porteños.
Todo esto deja al descubierto las verdaderas intenciones que tiene Horacio Rodríguez Larreta. Si fue capaz de traicionar a las personas que más tiempo estuvieron con él y lo llevaron al lugar que está (Macri y Vidal por ejemplo), de despilfarrar el dinero de los habitantes de CABA (porque además del tema de la pauta publicitaria también el desdoblar las elecciones implica más gasto de pesos que posee la Ciudad de Buenos Aires) y de ir en contra de las banderas de su partido político que son las del republicanismo y la del diálogo, que suele levantar Juntos Por El Cambio (y sobre todo el PRO), entonces nada bien le hará al pueblo argentino si llega a ser Presidente. Pone primero su persona y deja de lado principios, con tal de tener poder. Es que el que paga y traiciona para llegar al poder, llega para hacer daño a su pueblo.
Lo cierto es que Rodríguez Larreta ya antes de esta decisión no generaba confianza en la mayoría de votantes macristas y antikirchneristas. Según una encuesta realizada por Políticos en Redes, el 66% de votantes de Mauricio Macri votaría a Patricia Bullrich y solo un 11,3% a Larreta. Es decir, que con esta pésima jugada aún menos votarán al dos veces electo jefe de gobierno de CABA, sobre todo con el fuerte desapruebo de Mauricio Macri, quién aseguró públicamente que Larreta lo decepcionó.
Toda esta avivada criolla de Horacio Rodríguez Larreta es lo que ya no quieren más la mayoría de los argentinos. Ya el pueblo está harto de políticos corruptos, trepadores y mentirosos, y es probable que esta jugada lo terminé de acabar políticamente a Larreta, a quién ya desaprueban los líderes del PRO, los kirchneristas, los liberales, y el resto de la mayoría de la derecha y la izquierda. Es que si Larreta llegara a ser Presidente, será el que menos apoyo y respaldo tenga en toda la historia argentina, ya que hasta la mayoría de sus votantes no le tendrán confianza ni respaldo.
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