El entrenador del seleccionado argentino de fútbol dijo públicamente que podría dejar su cargo y que necesitará pensar algunas cuestiones antes de seguir. Pero la realidad es que se iría porque Tapia bajó línea política y recriminó a Scaloni por no apoyar al kirchnerismo y no oponerse a las sociedades anónimas en el fútbol.
Tras el triunfazo de Argentina ante Brasil en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, por 1-0 y con gol de Nicolás Otamendi, el director técnico del seleccionado campeón del mundo, Lionel Scaloni, brindó una conferencia de prensa que la cerró con un gran interrogante de cara al futuro, ya que puso en duda su continuidad, con la excusa de que tiene que ver si aún conserva energías para continuar al mando del equipo y con una fuerte frase: "Se hace difícil seguir".
Lo cierto es que el motivo principal, aunque no lo quieran decir los medios de comunicación masivos por intereses políticos, es que Lionel Scaloni analiza seriamente en dar un paso al costado porque el presidente de la AFA, Claudio "Chiqui" Tapia presionó a Scaloni y a Lionel Messi para que en plena campaña electoral se saquen una foto con el ex candidato presidencial socialista y kirchnerista, Sergio Massa, junto al resto del plantel de la selección argentina en el predio de Ezeiza, y porque no se sumó a la campaña kirchnerista de repudiar las Sociedades Anónimas en el fútbol argentino, la cual fue impulsada por Tapia a través de la mayoría de clubes de Argentina. Scaloni dijo simplemente en conferencia de prensa "No, en eso no me meto", antes del partido ante Uruguay, tras la pregunta de un periodista de izquierda de C5N (canal de televisión ultrakirchnerista, financiado con dinero de los argentinos) sobre qué pensaba sobre la privatización de los clubes.
El Chiqui Tapia recriminó a Scaloni por ello y claramente esa bajada de línea política cayó muy mal en el entrenador, quien no coincide para nada con las ideas del kirchnerismo y en sus cinco años que lleva como director técnico del seleccionado argentino jamás quiso involucrarse en política, incluso ni siquiera quiso ir con el plantel hasta la Casa Rosada a mostrar la Copa del Mundo, porque no quería quedar pegado al kirchnerismo, ni que al equipo campeón del mundo se lo vincule con la política kirchnerista (mucho menos querían eso el capitán Lionel Messi y el arquero Emiliano "Dibu" Martínez, quienes son antikirchneristas).
Además de eso, Scaloni está muy molesto con el Chiqui Tapia porque el cuerpo técnico y los jugadores no reciben el dinero de los premios que les corresponde por haber sido campeones del Mundial de Qatar 2022. Y es una vergüenza, ya que el mes que viene se cumplirá un año de la obtención de esa Copa del Mundo por parte de la Scaloneta.
Más allá de que tras el partido Nicolás Otamendi y Alexis MacAllister dijeron que se debe hablar con el y que con esto se podría convencer a Scaloni de que no renuncie, la verdad es que el vínculo entre Lionel Scaloni y el Chiqui Tapia es tenso por estos temas políticos, ya que el presidente de la AFA es confesamente peronista y kirchnerista (manifestó su profundo apoyo a Sergio Massa). Tapia y el kirchnerismo pretenden cargarse al entrenador campeón del mundo (quien también fue elegido el mejor del mundo en su puesto en el año 2022), como represalia por no apoyar al kirchnerismo públicamente.
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