El país con la mayor economía europea define a su próximo gobierno y la derecha es ampliamente favorita a volver al poder, con el tema de la inmigración ilegal como principal preocupación de los alemanes.
Este domingo se celebrarán en Alemania unas elecciones que serán realmente cruciales tanto para el país germano como también para el resto de Europa, en donde tras la disolución del congreso que ha hecho el presidente alemán, el socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier (el 27 de diciembre del año pasado), se elegirán nuevas autoridades del congreso y al nuevo canciller general.
La figura del canciller federal es la de básicamente ser jefe de gobierno, cargo que actualmente ocupa el socialdemócrata Olaf Scholz, cuya coalición de gobierno se rompió.
Tiene una imagen negativa bastante alta por parte de los alemanes ya que durante su gobierno se ha visto como ha aumentado la inseguridad producto de la inmigración masiva proveniente de Medio Oriente y de África (algo que afecta a todos los países de Europa y no solo a Alemania), la economía entró por segundo año consecutivo en recesión, como así también la mala gestión energética y la intromisión desmedida en la guerra entre Rusia y Ucrania (Vladimir Putin ha cortado el suministro energetico a todos los países europeos que apoyan a Ucrania, incluido Alemania que era muy dependiente de Rusia en ese aspecto).
Este descontento social hacia el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) creció muchísimo a tal punto que solo cuenta con un 15% de intención de voto, y eso lo capitalizó la derecha conservadora de Alternativa para Alemania (AFD), liderada por Alice Weidel, una joven política alemana del ala de políticos mundiales como Donald Trump, Javier Milei, Viktor Orban, Giorgia Meloni y Santiago Abascal (por mencionar algunos de los importantes referentes de la nueva derecha mundial), que supera el 20% de intención de voto y secunda al partido centroderechista Unión Demócrata Cristiana (CDU) cuya intención de voto ronda el 30%, todo de acuerdo al promedio de encuestas alemanas.
Hay que hacer hincapié en el auge de la nueva derecha que se da en Alemania porque es una constante en toda Europa, ya que en países como Hungría, Italia, Países Bajos, Austria, Suecia, Francia, Polonia, Finlandia y en la misma Alemania han hecho una gran elección a representantes de parlamentarios de la Unión Europea, y en varios países de Europa son emergentes los gobiernos encabezados por referentes de la nueva derecha.
Alice Weidel es la figura que irrumpe en la política alemana y que posiblemente de la sorpresa en las elecciones de este domingo. Con 46 años de edad, se considera libertaria y conservadora, antiwokismo y para nada progresista, y propone políticas más estrictas hacia la inmigración, como deportaciones masivas de inmigrantes ilegales (sobre todo de países de medio oriente) y la prohibición del islam en toda Alemania. Los considera la causa de la mayoría de males que tiene Alemania, ya que todos los atentados y la gran mayoría de delitos son hechos por inmigrantes ilegales de esos países. Los alemanes sufren esta inseguridad y por eso confían más en Weidel que en cualquier otro partido de izquierda o centroizquierda que proponen acobijar a esta clase de inmigrantes.
Aunque el CDU también propone deportar inmigrantes ilegales, en realidad son una centroderecha más tibia, al estilo Cambiemos en Argentina y los demás partidos centroderechista sudamericanos, y son más moderados que el AFD. Lideran las encuestas.
Si en Alemania triunfan los partidos de derecha, seguramente marque un antes y un después en Europa ya que se fortalecerá mucho la idea anti-inmigración ilegal, sobre todo con el triunfo en Estados Unidos de Donald Trump que también lleva a cabo deportaciones de inmigrantes ilegales para cuidar la seguridad nacional de su país.
Y en toda Europa es de suma urgencia y necesidad que ganen estos gobiernos porque es alarmante como aumentó la inseguridad en varios países europeos, que hasta se están islamizando en algunas ciudades y hay mandatarios que incluso son magrebíes nacionalizados (como el sirio Ryyan Alshebl en el pueblo de Ostelsheim, Alemania, y de Mohammed Asaduzzaman, que siendo nacido en Bangladesh es alcalde de la ciudad de Brighton en Inglaterra).
Lo mencionado anteriormente es sin dudas algo muy peligroso porque de no poner mano dura contra la inmigración ilegal masiva, sobre todo de países magrebíes e islámicos, harán perder a las naciones europeas en su seguridad y en su identidad nacional, con la imposición de la extremista y peligrosa secta totalitaria del Islam.
Por ese motivo, si en Alemania gana el patriotismo por sobre el progresismo, se levantará una bandera de defensa de la identidad nacional en toda Europa.
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