El gobierno de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa destruye la economía con sus políticas socialistas y keynesianas, mientras los medios callan. Por mucho menos, Fernando De La Rúa renunció a la presidencia en el año 2001.
La República Argentina pasa por uno de los momentos más críticos desde el retorno a la democracia, en 1983. Es que la crisis económica es cada vez más fuerte y preocupante. Los sueldos de los argentinos ya no llegan hasta fin de mes, y la realidad marca que la economía argentina está peor que la de la crisis del 2001, que terminó con la renuncia del ex-presidente Fernando De La Rúa.
Ahora bien: ¿Cómo se explica esto, si desde el gobierno kirchnerista de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa, dicen que Argentina está mejor ahora que en el 2001? La cuestión es sencilla. Los kirchneristas y peronistas son expertos en el relato, porque los números hablan por si solo.
De acuerdo a datos del INDEC argentino, en términos de inflación, en el año 2001 fue del -1,5% (deflación), mientras que en Argentina fue del 105% (la cual es la tercera más alta del mundo). La pobreza en ese entonces era del 38,3% y actualmente es del 42%.
En cuanto a los salarios, el promedio que rondaba el 2001 era de 800 dólares mensuales, mientras que actualmente al tipo de cambio blue (que es dólar que realmente se maneja en el mercado, el dólar libre) el sueldo es de menos de 170 dólares (si se tiene en cuenta el último dato de febrero de 2023, pero con el aumento de la inflación y la devaluación del peso, seguramente el sueldo promedio sea mucho peor). En tanto que en 2001, el salario mínimo era de 263 dólares y en 2023 es de 80.342 pesos (160 dólares mensuales). Mientras que las jubilaciones mínimas, valían 195 dólares mensuales en 2001 y ahora valen 115 dólares.
Un dólar en 2001 valía 1 peso, mientras que en la actualidad ya vale 500 pesos (y que encima cuenta con 25 tipos de cambio y si un argentino quiere comprar dólares debe abonar el impuesto PAIS, que es de un 35% más del valor del ficticio y mal llamado dólar oficial).
Lo peor es que la terrible devaluación del peso argentino repercute directamente en la subida de inflación, de la pobreza y por consiguiente desemboca en la pérdida del poder adquisitivo. Por ejemplo, en el año 2001 un argentino podría comprarse un auto 0 km con 40 salarios mínimos. En cambio ahora se necesitan 54 salarios mínimos para comprar el auto 0 km más barato del mercado (el Citroen C3).
Además en 2001 no había tarifas pisadas, como si hay ahora. Hay tarifas desactualizadísimas, que aumentan alrededor de un 20% cuando la inflación anual es del 105%, lo que va a dejar una tremenda bomba de tiempo al próximo gobierno electo, que si es responsable deberá corregir lo más urgentemente posible.
En cuanto a la diferencia entre las políticas económicas actuales y las que había en 2001, no había cepo al dólar (se podía comprar libremente, aunque es cierto que luego en los últimos meses del 2001 hubo un "Corralito" bancario, en el que las personas solo podían retirar 250 pesos semanales del banco, que equivalían a 250 dólares), y en cambio ahora hay un cepo, que ya lleva cuatro años, y en la acualidad no se pueden comprar más de 200 dólares mensuales, siempre y cuando se cumplan una serie de requisitos a los que casi nadie puede acceder (por eso surge el dólar blue, que es el que maneja el mercado y se vende en el mercado paralelo, en las famosas cuevas o con personas que gritan en las calles cercanas a bancos "Dólares cambio").
En 2001 no había restricciones a las importaciones y actualmente se encuentran cerradas las importaciones, bajo el gobierno kirchnerista. En 2001 la asistencia alimentaria era para 400.000 personas y en 2023 hay 20 millones de planes sociales (que encima se utilizan como clientelismo político); en 2001 había créditos hipotecarios de hasta 15 años y actualmente ese tipo de créditos no existen (con suerte los bancos te dan un préstamo en pesos).
El kirchnerismo hizo aumentar tremendamente el número de empleados en el sector público, ya que en 2001 había 1,4 millones y ahora existen más de 4 millones de empleados públicos, que encima en su mayoría prestan servicios de baja calidad. Muchos de ellos son los famosos "Ñoquis de La Cámpora", que Sergio Massa había prometido barrer en 2015 cuando era candidato a presidente, pero ahora se encuentra nuevamente aliado a Cristina Kirchner y a su títere Alberto Fernández.
Claro que todas estas políticas económicas del kirchnerismo, de índole socialista y chavista, no son nada buenas para la economía argentina y pasan factura todos los días. De acuerdo a datos del Banco Central de Argentina, en 2001 había 19.002 millones de dólares en las reservas del Banco Central, mientras que ahora las cuentas volvieron a estar en rojo, ya que da -3.000 millones de dólares. Preocupante, ya que los kirchneristas volvieron al poder con un Banco Central que tenía reservas de 43.784 millones de dólares heredados del ex-presidente, Mauricio Macri, quién terminó la presidencia argentina en diciembre de 2019.
La realidad es que este pésimo e impresentable gobierno socialista del kirchnerismo no cae es porque cuenta con una fuerte protección mediática. Los mismos periodistas que en su momento querían a Mauricio Macri afuera del poder, por tener un dólar que estaba 25 pesos, ahora estan callados ante un dólar que pasó de 60 pesos a valer 500 (una devaluación de 440 pesos en casi cuatro años de gobierno), más todos los índices mencionados anteriormente.
También no es derrocado, como si pasó con el gobierno de Fernando De La Rúa en el año 2001, porque los mismos que provocan los golpes de estado e intentos de los mismos (como ocurrió más de una vez durante la presidencia de Mauricio Macri) son los que justamente ahora gobiernan: los patoteros peronistas.
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