El ejemplo más claro de que el fútbol da revancha es Lionel Messi. El astro argentino supo perder varias finales y al mismo tiempo ganar otras con la selección argentina, aunque contra todo pronóstico las ganó casi que en el ocaso de su carrera como futbolista. Incluso, en la final ante Colombia, Messi tuvo una mini revancha que culminó con un final feliz para la Pulga.
Las lágrimas de Leo Messi tras salir lesionado en la final de la Copa América de Estados Unidos 2024 hicieron retrotraer recuerdos feos para los hinchas argentinos (sobre todo en Estados Unidos, en donde a Messi se lo vio llorar por primera vez con la camiseta albiceleste, luego de caer por penales ante Chile en la final de la Copa América Centenario 2016).
A aquel al que los idiotas llamaban "Pecho Frío" solo porque no podía ganar algo con su amada selección argentina y solía subcampeonar, y la horrible comparación con Diego Armando Maradona porque el Diego ganó un Mundial con Argentina (el de México 1986). Y dicho sea de paso, el triunfo de la viveza criolla en la cultura argentina tuvo que ver mucho con el éxito deportivo de Maradona, ya que este ex futbolista es recordado por ser un icono de la viveza criolla (gol con la mano a Inglaterra y la personalidad de Maradona que representaba la viveza criolla y falta de respeto al prójimo).
Cuando Messi campeonó en la Copa América de Brasil 2021 ante el poderoso Brasil en el estadio Maracaná, como bien dijo Ángel Di María "se rompió la pared", y a partir de ese entonces, tanto Messi como la Scaloneta no paran de ganar todos los torneos que disputen. Luego llegó el Mundial de Qatar 2022, en donde Messi fue la gran figura del certamen, y con 35 años de edad, pudo levantar el ansiado trofeo. Tal vez eso marque un rumbo y un gran cambio en la sociedad argentina, especialmente en las futuras generaciones, ya que Messi representa la figura del hombre respetuoso, familiero y educado, que no busca sacar ventajas mediante la trampa que siempre se da en quienes llevan a cabo la viveza criolla, y tendrán de referente al gran Lionel Messi. Y todo eso se potenció con la final ganada ante Colombia y tampoco olvidar la Finalissima ganada ante Italia en 2022.
Más allá de lo cultural, Messi también representa la figura del hombre resiliente y que nunca se rinde para intentarlo una vez más. El fútbol le dio revancha en todo momento con la selección argentina.
Recordado es el cabizbajo y la cabeza gacha de Messi tras perder en el alargue, por 0-1, ante Alemania con aquel gol de Mario Götze, y que fue en esas condiciones a recibir el premio a mejor jugador del Mundial 2014, y que después el astro argentino viera a la Copa del Mundo y no pueda tocarla.
Ni hablar de las ya mencionadas lágrimas de tristeza de Messi cuando perdió la segunda final de Copa América consecutiva contra Chile, el mismo rival, con el que erró un penal en la serie de definición por penales.
Pero Dios y la Virgen María quisieron que Messi tenga revancha de esas frustraciones, y la Pulga pudo levantar la Copa del Mundo en 2022, al ganarle a la poderosa Francia de Didier Deschamps, Kylian Mbappé y compañía, en la final. Recordada es la imagen de Messi y su beso al trofeo y luego la alza de la Copa del mundo, con la capa negra que le obsequiaron los qataríes, y ni hablar cuando ganó su primer título con la selección argentina en 2021, al ganar la Copa América en Brasil.
Pero ya con todo ganado (incluso la Finalissima ante Italia en 2022) y nada por pedirle al fútbol, Leo Messi llegó a otra final de Copa América en este año 2024, y en pleno 0-0 y con un partido sufrido ante Colombia, el mejor jugador de fútbol de la historia se lesionó ligamentariamente el tobillo y tuvo que salir reemplazado por Nicolás González. Eso hizo poner muy triste a Messi, que lloró como nunca por tener que dejar a su Argentina en una final. Lágrimas que parecían las de un nene y que partieron los corazones de los futboleros que aman ver a Messi bien.
Sin embargo, nuevamente Dios y la Virgen María quisieron que Messi no se vaya con esa imagen de tristeza, sino que haya un gol de Lautaro Martínez en el alargue para que la Scaloneta sea bicampeona de América, y Leo Messi levantara el trofeo y su cuarto título (consecutivo) con la selección argentina.
Y cabe recordar las palabras de Lionel Scaloni, entrenador de Argentina, que confesó que Messi le ha dicho en el entretiempo que "quería seguir jugando aunque tenía el tobillo a la miseria, no por egoísta sino porque no quería dejar abandonado a su equipo". Y Scaloni dijo que prefiere a ese tipo de futbolistas antes que a otros que a la primera de cambio abandonan a su escuadra.
Messi es ese hombre decente, familiero, resiliente, trabajador y que por consiguiente llega al éxito por su gran talento que Dios le dio (como ha dicho el propio Messi) para jugar al fútbol.
Claro que la historia del astro argentino pudo haber sido muy distinta, podría haber quedado como un perdedor, "pecho frío", y que "nunca será como Maradona", de no haber ganado estos cuatro títulos con Argentina, pero gracias a Dios y a la Virgen María ya no hay discusión alguna de que Lionel Andrés Messi Cuccittini es el mejor futbolista de toda la historia y sus virtudes ya mencionadas lo hicieron triunfar en todos los aspectos del fútbol. Salud campeón, sos un ejemplo a seguir para todas las generaciones.
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