El equipo inglés se impuso por 1-0 ante Inter de Italia, en una final muy pareja. Si bien el City no jugó bien, la figura de su arquero Ederson fue clave para sostener el 1-0 en el marcador. Los Blues lograron ser campeones de Europa por primera vez.
En el marco de la final de la UEFA Champions League, este sábado, en la noche de Estambul, Manchester City de Inglaterra e Inter de Italia se enfrentraron para ver quien es el campeón de Europa. Más allá de que el City llegó como amplio favorito a ganar esta final, lo cierto es que tuvo que sufrir muchísimo para poder ganarle a un muy buen equipo italiano.
En el primer tiempo, el partido tuvo al club inglés con la posesión del balon pero con su rival ordenado y disciplinado tácticamente, para no pasar sobresaltos en defensa. Manchester City daba la sensación de que no tenía la intensidad, ni la comodidad que suele tener para jugar. Le faltaba movilidad, rapidez e impredicibilidad en ataque.
Más allá de que el encuentro fue parejo, ni tampoco el City sometió al Neroazzurro, lo cierto es que los entrenados por Pep Guardiola tuvieron las chances más claras para abrir el marcador. A los 5 minutos, el portugués Bernardo Silva engancho y disparó al arco, casi desde el area chica, y la pelota se fue cerca del segundo palo, en una jugada en donde habia ocho jugadores del Inter en el area.
Aunque la más nítida para los Blues fue la que tuvo el noruego Erling Haaland a los 26 minutos, luego de recibir una muy buena habilitación del belga Kevin De Bruyne. El atacante noruego entró por la derecha del área y sacó un remate cruzado que el arquero camerunés, Onana, atajó con su pie izquierdo.
En mención a De Bruyne, como en la final del año 2021, salió lesionado. A los 28 minutos, sintió una molestia muscular en una de sus piernas, y al no poder seguir ingresó Phil Foden. Manchester City sufría una baja sensible en su equipo.
Por el lado de Inter, casi que no tuvo ocasiones de gol en la primer etapa. Lo único que se puede destacar es un tiro de media distancia del croata Brozovic, que se fue arriba del travesaño, a los 19 minutos. En este sentido, la primera mitad del partido terminaba con un saldo más positivo para Inter que para Manchester City, ya que los italianos se sentían cómodos y les salió bien su plan de neutralizar el juego de los ingleses. En tanto que en el City crecía la preocupación y el nerviosismo por no poder encontrarse con su habitual nivel.
En la segunda etapa, la final jugada en Estambul seguía en la misma tónica de juego. A los 13 minutos, el argentino Lautaro Martinez aprovechó un mal pase atrás de Akanji y se fue mano a mano con el arquero Ederson, pero definió sin ángulo y el brasilero atajó una pelota comprometida.
Todo seguía igual hasta que a los 22 minutos, el español Rodri abrió el marcador con un disparo de primera, con un rebote que capitalizó a la altura del punto de penal, y mandó el balón al ángulo izquierdo del arco rival, para poner el 1-0 a favor de Manchester City.
Tres minutos más tarde, Di Marco pudo haber igualado la final, con dos cabezazos consecutivos: uno que mandó de emboquillada casi que desde el área chica, y al rebotar en el travesaño, cabeceó nuevamente la pelota al arco, pero esa vez el esférico impactó en su compañero Lukaku. Inter no se quedó, y a los 27, Lukaku entró por izquierda y sacó un remate rasante que contuvo Ederson.
El encuentro se hizo de ida y vuelta. A los 32 minutos, Foden logró desmarcarse y se fue por el medio del área. Definió cara a cara contra el arquero Onana, pero el portero del Inter detuvo el balón sin dar rebote. Dos minutos más tarde, el Neroazzurro respondió con un tiro de Nicolo Barella que se fue apenas arriba del travesaño.
En el minuto 43, los entrenados por Simone Inzaghi pudieron empatar con un cabezazo de Lukaku en el área chica, tras recibir un pase de cabeza de Gosens, que atajó increíblemente el arquero Ederson, con una gran capacidad de reflejos.
Inter estaba desesperado por igualar el marcador en la final de Estambul, y complicaba con un remate de Barella, en el segundo tiempo de adición, que pasó cerca de la portería, y un cabezazo de Gosens en la última jugada, que atajó Ederson.
El partido terminó con el resultado 1-0 (tal vez sin merecerlo) a favor del Manchester City, por sobre un dignísimo Inter de Italia, que mereció por lo menos el empate. Lo cierto es que el City ganó su primer UEFA Champions League de toda su historia, y el equipo de Pep Guardiola logró el triplete en Europa: Premier League, FA Cup y Champions League.
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