Sudáfrica venció por 12-11 a Nueva Zelanda y ganó el Mundial de rugby de Francia.
En la noche de este sábado, se llevó a cabo la final de la Copa Mundial de rugby y de Francia 2023, en donde los dos seleccionados finalistas fueron Sudáfrica y Nueva Zelanda, ambas selecciones del hemisferio sur, y que forman parte del Rugby Championship. Gracias a la precisión de su apertura Handré Pollard, quien embocó todos los tiros que pateó a los palos, los Springboks marcaron 12 puntos que fueron suficientes para derrotar a los All Blacks.
En el primer tiempo, los sudafricanos impusieron condiciones, con presión de su primera línea defensiva e impidieron que los All Blacks pudieran pasar los diez metros, y no podían hacer pie en el partido, ni tampoco tener precisión en los pases producto de la lluvia que había en el estadio.
Hubo jugadas que perjudicaron a los neozelandeses. Una fue la que hizo Shannon Frizell, quién cometió una jugada peligrosa y fue amonestado, por lo que los entrenados por Ian Foster se quedaron con un rugbier menos en cancha. Y otra fue la de un tackle peligroso que hizo Sam Cane (capitán de los All Blacks) que le hizo ganar la tarjeta roja y Nueva Zelanda jugó con un jugador menos, lo cual fue aprovechado por los Springboks.
En esa primera etapa, los sudafricanos lograron marcar 12 puntos con tiros de tres puntos convertidos por su apertura Handré Pollard en cuatro ocasiones; mientras que Mo'unga, apertura de Nueva Zelanda, metió dos tiros a los palos y marcó seis puntos, por lo que el resultado al cabo del primer tiempo terminó con ventaja de 12-6 para Sudáfrica.
Ya en el segundo tiempo, los Springboks aprovecharon el jugador de más, especialmente en el Scrum. Sin embargo, Kolisi fue amonestado a los cinco minutos, y dejó a los sudafricanos con 14 jugadores, al igual que los All Blacks, por lo que el partido se emparejó.
El único try de la final llegó por intermedio del fullback Beauden Barret, luego de un pase de Tele'a, tras un salteo de su hermano Jordie Barrett, para marcar el 11-12 para Nueva Zelanda. La conversión de dos puntos de Mo'unga era clave para que los All Blacks pasen al frente, pero el apertura erró el tiro a los palos.
Esta final de Mundial se definió por detalles, como suele pasar en los partidos en donde se enfrentan grandes equipos. Los neozelandeses tuvieron la chance de anotar un tiro de tres puntos por intermedio de Jordie Barrett, pero este falló al patear desde 50 metros, y mandó a la ovalada desviada.
Más allá de que los All Blacks atacaron y aprovecharon que el sudafricano Kolbe fue amonestado y quedaban 14 jugadores en cancha por cada equipo, los Springboks aguantaron su ventaja de un punto, con una defensa muy sólida y ordenada, y pudieron gritar campeón mundial por segunda vez consecutiva.
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