El socialista kirchnerista Sergio Massa, ministro de economía hiperinflacionario, ganó las elecciones generales con el 36% e irá al ballotaje con el libertario Javier Milei (30%). Bullrich quedó muy debajo con el 23%
Este domingo fueron las elecciones generales en Argentina, en donde los ciudadanos concurrieron a las urnas para elegir presidente y demás autoridades. La realidad es que sorpresivamente, el kirchnerista Sergio Massa hizo una gran elección y sumó casi que diez puntos más con respecto a las PASO.
La gran elección de Massa, el favorito y protegido de los grandes medios de comunicación argentinos, fue sorpresiva porque a pesar del 60% de pobreza, los tres dígitos de inflación, el peso devaluado de 300 a 1200, la expansión del narcotráfico y de la inseguridad, y sobre todo la corrupción kirchnerista reciente (como la de los yates de Insaurralde), el kirchnerismo remontó tremendamente.
No hay mucha explicación más que la ignorancia de una buena parte del pueblo argentino para elegir nuevamente al kirchnerismo, que sepultó a Argentina como uno de los países más miserables y con más inflación y pobreza del mundo. Una sociedad enferma de socialismo, que no pudo sostener ese sentir ciudadano de votar mayoritariamente por la libertad, como ocurrió en las PASO. Misma gente que se dejó llevar por el "Plan platita" del kirchnerismo, y que prefirió los bonos antes que la libertad.
En segundo lugar quedó el libertario Javier Milei, quién se mantuvo en el 30% de las PASO. El candidato de La Libertad Avanza estuvo muy lejos de cumplir el objetivo de ganar en primera vuelta. Sus acercamientos a dirigentes sindicales de la mafia política como el peronista Luis Barrionuevo, y los actos de violencia y burla (como por ejemplo a los adultos mayores que tildan de "viejos meados") de parte de sus militantes, hicieron que no gane votos y pierda provincias que había ganado en las PASO. A pesar de esto, irá a la segunda vuelta y competirá contra el kirchnerista Massa.
Y en tercer lugar, muy lejos de pelear un lugar en el ballotaje, quedó la candidata de centroderecha de Juntos Por El Cambio, Patricia Bullrich. Ella sacó un 23%, una cifra decepcionante, ya que perdió un 6% respecto de las PASO. Un claro mensaje de que ya Juntos Por El Cambio no se considera la opción para combatir al kirchnerismo, lugar que evidentemente arrebató el mileísmo.
Más atrás quedaron Schiaretti con 7% y Bregman con 3%, sin chances de siquiera competir o pensar de antemano en entrar a un ballotaje.
Elecciones que han representado un paso atrás para Argentina, que pasó de dejar groggy al kirchnerismo políticamente, a dejar con serías chances de reelección a una fuerza política que tiene como base al socialismo chavista, al clientelismo político, a la corrupción, el perseguir a quien piensa distinto, el odio a las fuerzas de seguridad y el apañamiento a los delincuentes (a quienes consideran víctimas de la sociedad). Sumada a la pésima gestión económica. Todo eso eligió la mayoría del pueblo argentino antes que la libertad. Tristísimo.
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