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La necesidad de unión contra el kirchnerismo

Argentina necesita si o si que el mileísmo y Juntos Por El Cambio se unan para derrotar al kirchnerismo. Es Milei o Argentina se convertirá en una colonia comunista como Cuba y Venezuela, plagada de culto a la pobreza, a la corrupción y al narcotráfico.

Javier Milei junto a su compañera de fórmula Victoria Villarruel. Foto: CNN.

Tras los resultados electorales de este domingo, habrá ballotaje presidencial entre el kirchnerista Sergio Massa (36%) y el libertario Javier Milei (30%). Ambos competirán en las elecciones dentro de un mes, en donde quién gane gobernará Argentina hsata 2027.


Los resultados de estos comicios tomaron por sorpresa a muchos, ya que el kirchnerismo parecía muerto políticamente, pero resurgió con una fuerza preocupante en estas elecciones generales.


Más allá de eso, Milei esperaba ganar en primera vuelta y lejos estuvo de eso. Entonces, las caras no fueron las mejores en el búnker de La Libertad Avanza.


Las chances de que el kirchnerismo vuelva a ser electo, a pesar de la gran crisis económica a la que llevó a Argentina, son muchas, por lo que el miedo a que el país termine destruído económicamente como Cuba, Venezuela o Nicaragüa es muy grande. Es por eso que es necesario que haya una gran unión republicana, en donde confluyan el mileísmo y Juntos Por El Cambio.


El libertario Javier Milei mantuvo su 30% y se metió en el ballotaje. Eso sí, para ganar deberá tener los votos de Patricia Bullrich (23%), con quien se atacó ferozmente en campaña. Hubo acercamientos discursivos de "limar asperezas" y alcanzar al menos una cifra superior al 50% (más de 20% necesita para ganar).


"Estoy dispuesto a negociar para terminar con el kirchnerismo (mensaje referido para Juntos Por El Cambio y su candidata Patricia Bullrich). Más allá de nuestras diferencias, tenemos enfrente a un sistema criminal que hará lo que sea para mantenerse en el poder. O cambiamos o nos hundimos", manifestó Milei en su discurso luego de conocerse los resultados de las elecciones.


Esos acercamientos, aunque son necesarios (es que Bullrich obtuvo un 23% de votos), son de primer momento difíciles, ya que muchos votantes de Bullrich están dolidos con las actitudes de los militantes del mileísmo de haberlos insultado y hacerles "bullying" con términos como "viejos meados" o tratar despectivamente a Bullrich de "Montonera" (lo que llevó a la candidata de Juntos Por El Cambio a denunciar penalmente a Milei).


Los fanáticos políticos llevan adelante una violencia, que aleja a cualquier persona decente y que quiere una política sería a querer votar por Milei. Los fanáticos políticos, no solo de Milei, sino que de cualquier partido, son los que arruinan ideales y entierran a partidos políticos.


Ahora en un mes, los de La Libertad Avanza están obligados a comportarse bien y tender puentes con Juntos Por El Cambio, si es que quieren que Milei gane las elecciones presidenciales. Es que a favor tienen que el votante de Juntos Por El Cambio suele ser antikirchnerista, por lo que muchos votos de ese 23% podrían ir de primera para Milei. Sin embargo, otro sector tiene miedo de Milei (por su carácter extravagante) y tal vez se incline por Massa o por anular el voto o votar en blanco.


Lo cierto es que más allá de la extravagancia de Milei, en frente hay un enemigo con un poder muy destructivo, que es el kirchnerismo corrupto, totalitario, socialista-chavista, que ha dañado enormemente a Argentina, no solo en el ámbito cultural sino que también en lo social y sobre todo en lo económico, con 60% de pobres, tres dígitos de inflación, una moneda devaluada en 2000%, que ponen al país entre los más miserables del mundo.


Parece que a la gente no le importa la corrupción, no poder llegar a fin de mes, una crisis económica galopante y la peor de la región (luego de la de Venezuela), ni el narcotráfico que asoma tremendamente en el conurbano y en la ciudad de Rosario, y en otras partes del país, ni los yates de Insaurralde, ni la corrupción kirchnerista. Esa Argentina no puede triunfar jamás. Nunca un país sumergido en la corrupción y decadencia política podrá tener esperanzas de progresar.


Por eso, no es momento para tibios, ni para ser rencoroso o hacerse el exquisito. La nación argentina necesita de una vez que los dirigentes políticos de pongan los pantalones y dejen sus diferencias de lado, y que los votantes no sean tibios y decidan derrotar al kirchnerismo en las urnas, sin dejarse llevar por el relato populista de la izquierda.


Los principales dirigentes de Juntos Por El Cambio (al igual que los de Hacemos Por Córdoba, partido de centro) tienen la responsabilidad de discursivamente redirigir gran parte de esos votos para derrotar al kirchnerismo, con un rotundo y claro apoyo a Javier Milei. Si no lo hacen, entonces serán cómplices de los próximos cuatro años de destrucción kirchnerista, que tendrán consecuencias muy graves para Argentina.


Ya en otros países del mundo, como por ejemplo en Chile, Franco Parisi (tercero y de centroderech) fue tibio en las elecciones entre el comunista Gabriel Boric y el republicanos José Antonio Kast, y eso le costó a Chile el triunfo de Boric, quién hizo caer al país en crisis económica y crecimiento de la inseguridad. Por eso esto no debe repetirse en Argentina, porque la tibieza es ser cómplice del sufrimiento del pueblo.


No hay punto medio: es Milei o kirchnerismo. Es Milei o chavismo. Es Milei o sumergirse aún más en la pobreza y en la política del clientelismo y la corrupción que tanto sano hace al país. En definitiva: es Milei o Argentina se pierde para siempre y será una colonia comunista como Cuba, Venezuela o Nicaragüa, en el que ya no habrá salida más que el aeropuerto de Ezeiza smo Aeroparque.

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