Guillermo Lasso disolvió la Asamblea Nacional a través de un decreto constitucional. Gobernará, por lo menos, 6 meses a través de decretos-ley y llama a elecciones para noviembre de este año 2023. En su primer decreto, bajó los impuestos a familias, negocios, taxistas y artesanos. El presidente cuenta con el apoyo unánime de las fuerzas armadas.
Tras la iniciación de un infundado juicio político por presunto "peculado", y con el riesgo de ser destituido injustamente por una Asamblea Nacional mayoritariamente corrupta y alineada a los intereses del narcocorreísmo, el presidente de Ecuador Guillermo Lasso decretó en la mañana de este 17 de mayo la denominada Muerte Cruzada, con la cual disolvió a la Asamblea bajo la causal de "Grave crisis política y conmoción interna", de conformidad con el artículo 148 de la Constitución de la República ecuatoriana. De este modo, los 137 asambleístas son despedidos de sus cargos, sin indemnización alguna tanto para ellos como para sus asesores.
Aunque es cierto que pagan justos por pecadores, porque no todos los asambleístas apoyaban este juicio político. Al menos 88 votaron en su momento para continuar con el juicio, cuando en realidad necesitaban 92 votos para censurar y destituír al presidente Lasso. Lo cierto es que esta Asamblea Nacional está manchada por una corrupción que es transversal a los partidos políticos opositores, con causas de corrupción inalcanzables para describirlas en un solo artículo.
Tanto asambleístas UNES (el partido político que responde al ex presidente comunista y prófugo de la justicia, Rafael Correa, que con 47 asambleístas era la primera minoría en el parlamento), como el PSC (partido político que responde a Jaime Nebot, y considerado de "centroderecha"), la mitad de Pachakutik que responde al terrorista y comunista indoamericano Leonidas Iza (el partido político que supuestamente representa al pueblo indígena), un sector de la Izquierda Democrática (partido de Xavier Hervas) y varios supuestamente asambleístas independientes, apoyaron este juicio político a Lasso.
Con la votación del pasado domingo hacia el corrupto "independiente" Virgilio Saquicela reelecto como presidente de la Asamblea (otro impulsor y hacedor del juicio político a Lasso), y las vicepresidencias de la correísta Marcela Holguín, y de Esteban Torres Cobo del PSC con votaciones que fueron con no menos de 96 votos, entonces se daba a entender que los asambleístas probablemente destituyeran a Lasso y superaran los 88 votos de la votación para continuar con el juicio político.
La respuesta de Lasso
Bajo este escenario de probable destitución, por una causa de corrupción en la que ningún asambleísta presentó pruebas, y de hecho varios de ellos han dicho que no importan las pruebas sino que hay que destituir al presidente como sea, Guillermo Lasso se presentó el martes a la Asamblea Nacional para defenderse de la acusación y calumnia que le han hecho con el juicio político.
En ellas desmintió haber formado parte de los contratos de Flopec, los cuales se firmaron en 2018 bajo la presidencia del ex-vicepresidente correísta, Lenín Moreno, y sin mucho para acotar a un juicio político en el que ni siquiera se presentaron pruebas del supuesto peculado, denunció que esto es un golpe básicamente del narcocorreísmo, ya que Lasso incautó y quitó por lo menos 400 toneladas de drogas a los narcotraficantes, desde que es presidente desde mediados de 2021.
"Algunos de mis ascusadores creen en una especie de lógica invertida. Esta consiste en crear problemas para luego declararse los únicos capaces de resolverlos", manifestó Guillermo Lasso ayer en la Asamblea Nacional. Es que la realidad marca que desde que el empezó a dar la batalla contra el narcotráfico, mágicamente empezó a subir la inseguridad y la tasa de asesinatos y sicariatos en Ecuador. Sobre todo en la ciudad de Guayaquil, la cual es la más habitada con casi 2 millones 300 mil habitantes. Entonces, de acuerdo a eso, Guillermo Lasso decidió al día siguiente disolver una Asamblea Nacional, que cuenta con apenas un 1% de aprobación y más de un 90% de rechazo de los ecuatorianos, de acuerdo a diferentes encuestadoras.
Sabia y valiente decisión de Lasso para evitar que el correísmo y sus aliados se salgan con las suyas, ya que si Lasso no se jugaba por la muerte cruzada el correísmo iba a intentar destituír a la fiscal general de la nación, Diana Atamaint, para intentar que Rafael Correa sea absuelto como pasó con el comunista y presidente brasilero Lula da Silva. Lasso se inmoló por el bien de Ecuador, como en su momento Jamil Mahuad lo hizo con la dolarización para que los ecuatorianos tengan estabilidad económica, y ningún gobierno populista pueda perjudicarlos con la emisión monetaria que genera inflación. La historia lo premiará a Guillermo Lasso por esta valiente decisión.
Primer decreto: eliminación de impuestos
El primer decreto-ley tras la realización de la muerte cruzada, tuvo que ver ni más ni menos con una liberalización de la economía ecuatoriana. Guillermo Lasso decidió bajar los impuestos a las familias, negocios populares, taxistas y artesanos.
Eso si, cada decreto-ley que haga Lasso debe contar con el visto bueno de la Corte Constitucional para que entre en vigencia.
Apoyo de las fuerzas armadas
El jefe de comando conjunto de las fuerzas armadas, Nelson Proaño Rodríguez, dio un comunicado en el que manifestó lo siguiente:
"Las fuerzas armadas cumplimos nuestra función al poder civil y bajo los mandatos de la constitución. Pero al mismo tiempo estamos seguros que el país no aceptará ningún intento de alterar el orden constitucional a través de la violencia, para atentar contra la democracia. En ese caso, las fuerzas armadas y la policía nacional actuaremos con firmeza para proteger la vida, los derechos y garantías de los ecuatorianos. No tenemos otro interés que el de proteger a la patria y sus ciudadanos".
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