Los brasileros tendrán que elegir entre el actual presidente y su máximo contrincante, en un ballotage a celebrarse el 30 de octubre.
Este domingo tuvieron lugar las elecciones en Brasil, en donde las encuestas mayoritariamente vaticinaban que el socialista castrochavista Lula da Silva ganaría en primera vuelta o estaría muy cerca de hacerlo. Sin embargo, el líder derechista y actual presidente brasilero Jaír Bolsonaro hizo una gran elección, que le permitirá ir con grandes chances de ganar en la segunda vuelta electoral.
Si, otra vez fallaron las encuestas, las cuales daban entre 10 y 15 puntos arriba a Lula da Silva por sobre Jaír Bolsonaro. Encuestas hechas especialmente por quienes querían ver derrotado a Bolsonaro por ser un antisistema y un políticamente incorrecto, a pesar de que este es uno de los mejores presidentes latinos en cuanto a números de economía, seguridad y por supuesto tampoco hay que dejar de lado las políticas a favor de la vida, la familia y la libertad que Bolsonaro tuvo (como por ejemplo oponerse a todo lo relacionado a la Agenda 2030 como el aborto, la ideología de género, y también no someter a su pueblo a cuarentenas y vacunación obligatoria).
No es la primera vez que sucede en Latinoamérica. Ya ha pasado en la mayoría de países, en donde las encuestadoras pifiaron tremendamente. La elección estuvo totalmente polarizada entre Bolsonaro y Lula da Silva. El presidente brasilero y ex-militar obtuvo el 44% de los votos, mientras que el ex-presidente y ex-presidiario (preso por corrupción y traición a la patria y también creador del Foro de Sao Paulo [foro que se creó en la década de los 90' para organizar al socialismo iberoamericano tras la caída de la Unión Soviética]), se hizo con el 48% de los sufragios.
Las regiones de Brasil en dónde Bolsonaro se hizo fuerte fue especialmente en el sur, como Sao Paulo, Santa Catarina, Paraná, Río de Janeiro, Río Grande do Sul y Espírito Santo. Además ganó en Brasilia (el Distrito Federal de Brasil), y también en lugares que daban como triunfador a Lula da Silva como Goias, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Amazonas, Roraima y Rondonia.
En tanto que Lula da Silva ganó en casi todas las regiones del norte, como Pará, Acre, Amapá, Maranhao, Piaui, Ceará, Río Grande do Norte, Paraiba, Pernambuco, Tocantins, Bahía, Alagoas y Sergipe. Además, el socialista hizo una buena elección en el exterior.
La clave estará en saber para dónde irán los votos que han obtenido los candidatos que no ingresaron a la segunda vuelta, como la centroizquierdista Simone Tebet (4,21%) y el socialdemócrata Ciro Gomes (3,05%), además de los demás postulantes que no alcanzaron el 1% de los sufragios.
Si se aplica la lógica, el que tendría las de ganar sería Lula da Silva. Sin embargo, en Colombia y en Chile también la lógica marcaba que en la segunda vuelta los candidatos Rodolfo Hernández y José Antonio Kast debían triunfar por la afinidad ideológica de los votantes de partidos menores. Pero la lógica en política no existe, por lo que en el ballotage de Brasil puede pasar cualquier cosa.
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